26 diciembre 2010

AHORA EL CUENTO, PERO LUEGO TE DUERMES

 
 
 
 
 
 
Quiso el Dios Júpiter bajar a la tierra, para probar a los hombres si aun existía amor y ternura y eligió las pobres vestiduras del mas pobre de los hombres, y cubierto de nubes y de estrellas se dejo ver por esos mundos.
A grandes palacios llamo y las puertas le cerraron, a grandes casas de ricos con caballos y ganados, y donde habia abundancia la comida le negaron.
Cansado y casi llorando al mirar tan desagravio y viendo la maldad del mundo con que era rechazado, diviso una pobre casa donde habían dos ancianos, con sus sienes blanquecinas y sus cuerpos arrugados. Les pidió  agua con miedo, mas el viejo sonriendo le ofreció comida y lecho.
Sacaron viejos manteles desde la boda guardados, un poco vino que había y un poco de arroz con nabo, un poco queso de cabra y un trocito de pan blanco.
Con lágrimas en los ojos el Dios Júpiter así hablo: he recorrido caminos, a  gente rica pedí y nadie me respondió, cuando tenia hambre y frió nadie su mano tendió. Y llegué a tu pobre casa y todo se me ofreció, me ofrecisteis la comida y mi corazón lloro.
Me voy contento a mi reino por que me habéis recibido, y me voy también llorando por que e visto el egoísmo del que tiene y no lo da.
Yo os aseguro ancianos, que lo que os falto en la tierra os sobrara allá en el cielo cuando estais allí a mi lado, cuando yo juzgue a los ricos igual como me han pagado,  pues existe el egoísmo de aquel que abunda en riquezas y e encontrado humildad en los que carecen de ellas.
Adiós ancianos, adiós ....y se esfumo en una estrella.
La anciana miro al anciano, se quedaron extrañados, sin saber si era verdad o si lo habían soñado. 
 
sherezade 
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